lunes, octubre 02, 2006

Hola Octubre

Te inauguro así:


Suelo sentarme ahí, en ese banco. El segundo, claro. El más verde.
Si, generalmente (cuando no está ocupado) me siento ahí. Me gusta porque podés ver la periferia. Ves la avenida y si te das vuelta ves ese pasaje, que en primavera se llena de una flores raras de color naranja que cambian el cielo por una cuadra.
Es lindo ese banco, vení que te lo muestro.
¿Viste? es cómodo aparte, uno se apoya en el respaldo y vuela. Tiene una sola desventaja y es que el sol casi no pega acá. Es bastante frío.
Pero de vez en cuando, viene una persona que se sienta al lado mío y me da un poco de calor. Y cuando es una chica que me parece linda, siento que ese calor es más fuerte. No se porqué.
Igual hoy no está tan fresco. ¿Qué?, ¿tenés frío vos? No se, yo no. Tomá mi campera.
¿Se te pasó?. Que bueno. Podríamos seguir hablando, pero es mejro mirar el cielo.
Me encanta el cielo cuando se pone naranja y parece que los edificios de allá se comen el sol. Me da mucha paz.
¿Te aburrís? ¿querés que nos vayamos? Bueno. Vamos.
Cuando íbamos caminando sentí la distancia, no voy a mentir. Ahí me di cuenta de que el calor que tenía era por vos. Porque ahora tengo frío. Mucho frío.
Pero bueno. Supongo que algún día te voy a ver de nuevo. Y ahí se me va a ir el frío. Porque no me gusta tener frío.
El frío me hace mal.


["Observante"]

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