jueves, noviembre 20, 2008

Caímos

El viento nos sacude las penas
y al fin quedamos cerca del sol
¿quién dice que no podríamos beber su calor?

Sin esperarnos más de dos microsegundos, la voz
se nos corta en llantos cada vez más profundos

Y si no pudiéramos salir de aquí
¿quién nos diría que estamos equivocados?
Y si las lágrimas corrieran hacia arriba
¿quién ofrecería su corazón para albergarnos?

Con la fiebre rodeando nuestras cabezas
al final, somos más sinceros que nuestra inención
con cada gota de licor nos envalentonamos
y nos regalamos míseras migajas de amor

Y si no pudiéramos salir de aquí
¿quién nos diría que estamos equivocados?
Y si las lágrimas corrieran hacia arriba
¿quién ofrecería su corazón para albergarnos?

Un cierzo implacable
ventea nuestro porvenir
que no parta el barco
que no parta sin mi
no me queda nada más por aquí

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