martes, enero 23, 2007

Cabezones.

No lo pude resisitir. Es más fuerte que yo.
Siempre traté de rechazar cualquier tipo de acercamiento a una banda, que pudiera llegar a confundir el mero disfrute con la pura obsesión.
Sin embargo, Cabezones me lo dificulta mucho.

Cabezones llegó a mi en el momento preciso. Nunca jamás una banda apareció tan hermosamente a tiempo como esta.
No sólo en menesteres anímicos y similares, sino que incluso lo que yo decidí que quería para mi vida terminó de tomar forma con esta banda.

Es un amor distinto. Cabezones es como una novia. A todas las otras bandas que amo por motivos X, las amo como si fueran amigas. A Cabezones no. Hay una especie de simbiósis. O algo así.
Cabezones me tranquiliza el alma. Hace que me explote el corazón. La vida. Me da paz. Y no necesito andar chocando contra otras personas. Cabezones es un proceso interno. Mío y sólo mío.
El otro día, mientras veíamos el dvd, me preguntaste que era lo queme ponía triste y no te pude contestar:

Cada vez que veo el dvd, me acuerdo del miedo que tenía ese día. El miedo a que todo se terminara, así sin más. Sin una despedida. Y esa sensación se reaviva y me retuerce las entrañas.
Solo pensar que quizás no iba aescuchar nunca más un acorde, un solo, un riff, un grito o lo que mierda sea, me inmoviliza y me pone vulnerable.

Hay dos cosas que nunca quise tener, y sin embargo tuve que aprender a convivir con ellas: el amor eterno que le tengo y le tendré a mi fuckin' barrio y el amor a una banda.

Hasta acá llegué.




te quiero así de nuevo.

Etiquetas:

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal