cuando ponés la primer piedrita en algo que se forma en conjunto, siempre después de apoyarla en el piso, te levantás, te sacudís la tierra de las manos y mirás al otro para ver como pone su piedrita.
si la pone rápido, sonrisas y abrazos. si tarda, te empezás a desesperar y eso es feo.
pensás en cinco nanosegundo que no le importa, que no es tan fuerte como para vos, que capaz sos el único que va a tirar para adelante.
todo eso, cuando lo único que hay que hacer es esperar y entender que no todos tienen las mismas velocidades, las mismas ganas de correr el riesgo a perder todo, las mismas fuerzas.
a algunos, les toma otro tiempo poner la piedrita.
ayuda mucho, pero mucho, pero muchísimo (casi como una piedrita extra), saber respetar eso.
aprendés a manejarte con la otra persona para que, cuando la piedra sea más grande, la puean levantar entre los dos sin ningún problema.
si la pone rápido, sonrisas y abrazos. si tarda, te empezás a desesperar y eso es feo.
pensás en cinco nanosegundo que no le importa, que no es tan fuerte como para vos, que capaz sos el único que va a tirar para adelante.
todo eso, cuando lo único que hay que hacer es esperar y entender que no todos tienen las mismas velocidades, las mismas ganas de correr el riesgo a perder todo, las mismas fuerzas.
a algunos, les toma otro tiempo poner la piedrita.
ayuda mucho, pero mucho, pero muchísimo (casi como una piedrita extra), saber respetar eso.
aprendés a manejarte con la otra persona para que, cuando la piedra sea más grande, la puean levantar entre los dos sin ningún problema.
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