miércoles, marzo 21, 2007

cuando ponés la primer piedrita en algo que se forma en conjunto, siempre después de apoyarla en el piso, te levantás, te sacudís la tierra de las manos y mirás al otro para ver como pone su piedrita.
si la pone rápido, sonrisas y abrazos. si tarda, te empezás a desesperar y eso es feo.
pensás en cinco nanosegundo que no le importa, que no es tan fuerte como para vos, que capaz sos el único que va a tirar para adelante.
todo eso, cuando lo único que hay que hacer es esperar y entender que no todos tienen las mismas velocidades, las mismas ganas de correr el riesgo a perder todo, las mismas fuerzas.
a algunos, les toma otro tiempo poner la piedrita.
ayuda mucho, pero mucho, pero muchísimo (casi como una piedrita extra), saber respetar eso.
aprendés a manejarte con la otra persona para que, cuando la piedra sea más grande, la puean levantar entre los dos sin ningún problema.

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