Cap. I [no title]

Así es.
Siempre.

A las 08:00 a.m. empieza su día.
Podría levantarse más tarde García, pero le gusta hacer las cosas tranquilo y por eso es que prefiere perder tiempo de sueño.
Se levanta, se da una ducha (agua siempre caliente, no tolera el agua fría pegándole en el cuerpo), se tomá un café (de vez en cuando se da un gustito y se toma un capuccino), se cambia y se va al trabajo.
Al principio a García no le gustaba su trabajo. Empezar como cadete de una empresa multinacional, si bien le propiciaba un buen sueldo para sus diecinueve años no le parecía todo lo glorioso que el quería que fuese su primer trabajo. Pero bueno. "Las cosas son así" se repetía intentando convencerse mientras se repetía que todo ese trabajo era para alcanzar su meta, que en cuánto pudiera tocarla al menos largaba todo.
Pero la vida le tendió una trampa. Una de esas trampas que hay que poner mucha fuerza y pasión para darlas vueltas. García no pudo. Y siguió en esa empresa. Escalando. Cadete - recepcionista - recursos humanos - gerente.
Sí. García es gerente de una tabacalera grande. A García no le gusta trabajar matando gente, pero de algo tiene que vivir. El discurso no lo convence.
Se sube al auto y encara para la oficina.
Son las 09:30 a.m.
García entra a las 10.